Acerca de Mí

Ante esta nueva andadura, siento la necesidad de presentarme. La breve descripción de mi perfil permite hacerse una idea de quién está detrás de estas letras. Y aunque la red es el lugar ideal para hacerse un nombre desde el anonimato, ni quiero ser anónimo, ni quiero hacerme un nombre, principalmente porque ya lo tengo, concretamente desde el día que nací, si no antes.

En cuanto a mi personalidad, soy único. Al igual que todos y cada uno de vosotros. Algo tímido, pero mucho menos que hace algún tiempo. De lo más orgulloso que me siento es de mis dos hijos, y a mucha distancia, de mi titulación. Pero en este blog no tengo pensado escribir ni sobre lo uno ni sobre lo otro. Soy un apasionado lector al que también le gusta escribir. Jamás he publicado nada, pero en este rincón pienso poner remedio a eso más pronto que tarde. De hecho ya se lo estoy poniendo.

Tengo mis preocupaciones y mis distracciones, como todo el mundo, y sobre ellas también voy a hablar. Dicen que quién no quiere problemas no debe hablar ni de política, ni de religión, ni de fútbol. Pero yo creo que de todas esas cosas se puede dialogar con mucha gente, tan solo hay que saber con quién, cosa que normalmente se detecta al vuelo. Me considero dialogante con todo aquel que sabe escuchar. Prefiero no perder el tiempo con aquellos que solo saben hablar y son incapaces de empatizar, o de esforzarse por comprender otros puntos de vista.

Me intereso por la política en la medida en que reconozco su importancia e influencia en nuestras vidas cotidianas. Intento comprenderla y formarme mi opinión siempre, hasta que llega un momento en que su complejidad, o mejor dicho, la excesiva ornamentación dialéctica con la que algunos se expresan, y cuyo objetivo final parece ser el desconcertar al ciudadano, me desconcierta. Es sólo en ese momento cuando pierdo el interés por la política. Por supuesto, tengo mis opiniones y mis ideales. Intento alejarme, y mis esfuerzos me cuesta, de la corriente de pensamiento que asegura que todos los políticos son unos amigos de lo ajeno y unos corruptos. En realidad intento alejarme de toda  generalización, ya que según mi parecer ese es uno de los grandes males de esta sociedad. Tirando de tópicos podría decir que el meter a todo el mundo en el mismo saco tan solo nos lleva a que paguen justos por pecadores y a ver la paja en el ojo ajeno ignorando la viga en el propio. Y aunque intento evitarlo, reconozco que a veces la corriente me arrastra a cometer el mismo error de prejuzgar y generalizar.

Considero la religión uno de los grandes males de la sociedad. La historia está llena de muertes en nombre de Dios. Si todos fuéramos capaces de sentir la religión (cualquier credo) como algo individual, sin intentar inculcarlo en los demás y por supuesto, sin marginar al que no quiere ser de los nuestros, seguramente mi visión sería la contraria y pensaría en la religión como algo positivo. No me gusta buscar en el cielo las respuestas que no encuentro en la tierra, pero en cambio reconozco que para muchas personas ésta pueda ser la única manera de sobrellevar tanto dolor. Creo que la religión ha sido una necesidad creada por el hombre y que el hombre se ha encargado de pervertir. Algo que canalizado hacia el interior puede ser maravilloso pero que por desgracia no hemos sabido externalizar de la manera más sana. Respeto, y mucho, a todo aquel cuya fe le ha llevado a disfrutar de una paz interior que difícilmente podremos sentir aquellos que no tenemos esa fe. Pero me horrorizan los crímenes que se pueden llegar a cometer por creerse el representante de un ente superior entre una manada de infieles.

Y bueno, el fútbol es tan solo una distracción más. Me gusta. Soy aficionado del F.C. Barcelona. Y durante muchos años lo practiqué a nivel aficionado. Pero fueron varias las razones que me llevaron a sustituir el fútbol por otro deporte que considero muchísimo más acorde con mi filosofía de vida, el running. Creo que el ser humano tiene una incapacidad innata para trabajar en equipo. Eso de poner los intereses del grupo por encima de los intereses del individuo queda muy bonito ante un micrófono, o en la tinta de un periódico, o de boca para afuera, pero no es más que una utopía. El ser humano es egoísta por naturaleza. Y cuando me di cuenta de que eso no iba a cambiar nunca, me decidí por un deporte donde el único rival a batir fuera yo mismo, y donde sólo yo me enfadaría conmigo mismo cuando fallase. Donde mis errores no ofendieran a nadie más sino a mí. Y donde mis logros fueran solamente compartidos con aquellos que de verdad me quieren. Aún así, aunque he dejado de jugar a fútbol, me encanta ver un partido de mi equipo y tener una charla educada sobre la actualidad de este deporte.

Continuaré exponiendo en futuras entradas ideas y comentarios que se me vayan ocurriendo. Doy la bienvenida al debate y agradeceré mucho cualquier aportación que queráis dejar bajo estas líneas. Si os apetece podéis compartir usando los botones de las principales redes sociales que encontraréis más abajo, y así además me hacéis un favor en los inicios de este proyecto, que como todo comienzo, nunca es sencillo. En el futuro próximo deseo animarme a publicar algún que otro relato corto. Son tiempos difíciles para todos y como decía en mi post inicial volcar todo esto por estos lares me sirve de terapia. 

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